Puntos de Sutura #12: La sombra de los 'lobbies'
El sector de la influencia pública se reinventa mientras busca legitimidad social
Hoy tenemos leyes para todo y su impacto puede ser crucial para sectores económicos. Hay mucho dinero en juego y las empresas buscan incidir en el proceso legislativo.
Este es el sector de la influencia pública, que se mueve entre campañas de comunicación y contactos con políticos. Pero ¿qué hacen los lobbies?
¿Defender el derecho de la sociedad civil de participar en la vida democrática?
¿Manipular a la opinión pública para defender intereses de parte?
¿Presionar a los políticos para asegurar leyes favorables para sus clientes?
Hoy vamos a poner Puntos de Sutura para coser narrativas, datos e ideas sobre los lobbies. ¿Nos acompañas?
🟢PUNTO 1 — NARRATIVAS: A la sombra del poder
Los lobbies tienen mala fama.
Se les ve como organizaciones que maniobran en la sombra del poder.
Quizá por esto prefieren otros nombres: gabinetes de asuntos públicos, grupos de interés…
En esta entrevista, un profesional del sector como Diego Bayón desmonta algún mito:
Además, se les ha relacionado con prácticas corruptas o dudosas:
Por ejemplo, puertas giratorias entre expolíticos y gabinetes de asuntos públicos.
En este sentido, no ayuda que los lobbies no están regulados (en España).
Para lavar su imagen, piden una ley que dé transparencia al sector.
Es curioso: mientras otros les pagan para evitar que su sector sea regulado, ellos cuando hacen lobby de sí mismos reclaman una ley.
(Ojo: que no estén regulados no significa que su activiad sea ilegal).
Esta ley aún está en trámite.
El catedrático en derecho constitucional y experto en lobbies Rafa Rubio lamenta:
“Cada vez que hay un escándalo vinculado a los favores se impulsa la regulación del ‘lobby’, pero una vez que el escándalo pasa el entusiasmo termina”.
A pesar de su mala fama, la figura del lobista ha dado lugar a personajes entrañables, como el italiano Guido Bonafide de la recomendable Parliament.
🟢PUNTO 2 — DATOS: Los asuntos públicos en la UE
Bruselas produce mucha legislación y, por lo tanto, es una capital mundial de los asuntos públicos.
Allí la actividad de los lobbies sí está regulada y existe un registro de encuentros entre lobistas y servidores públicos.
Según el informe de 2023:
Hay 1.269 organizaciones registradas.
El 7% tiene su oficina principal en España (top-5).
Casi 1 de cada 3, representa intereses no comerciales.
Las empresas no sólo son más en número sino, sobre todo, que invierten más (especialmente las tecnológicas).
Herramientas:
Aunque están representados diferentes actores sociales, hay grandes desigualdades en la capacidad de influencia política.
🟢PUNTO 3 — IDEAS: Incidencia pública y participación política
La razón de ser de los lobbies es resolver conflictos entre intereses privados e interés general.
Aunque parece un juego de suma cero, hay quien está intentando solventar este choque por superación (win-win).
Nacho Corredor y Adrián Jofre han impulsado beBarlet, un gabinete de indidencia pública.
Tratan de generar espacios donde empresas, administraciones públicas, organizaciones del tercer sector… intercambien conocimiento y se fomenten relaciones de confianza.
Es un camino para un nuevo contrato social:
basado en acuerdos transversales, amplios y estables;
que lleven a una prosperidad duradera y bien repartida.
En sus palabras:
“El mejor antídoto contra el ‘capitalismo de amiguetes’”.
En la misma línea, The Good Lobby lucha por democratizar (nunca mejor dicho) la participación política a través de empoderar a diferentes actores sociales.
Junto con Ashoka España, elaboraron la guía Incidencia para el cambio.
Así, una influencia pública transparente y al alcance de los diferentes actores sociales fortalecería la democracia.
Hasta aquí hemos llegado. Espero que este boletín haya sido tan sintético como orientador y estimulante.
La próxima edición saldrá el domingo 15 de diciembre. ¡Hasta entonces!
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